Sheinbaum, déspota y mentirosa.
Durante los debates y en las pocas entrevistas que ha concedido a medios amenazados por AMLO, Sheinbaum se muestra como lo que es: una mujer fría, déspota, intolerante, sin el menor problema para mentir todo el tiempo y que no acepta el más mínimo cuestionamiento, no digamos crítica, mientras repite burdamente los dichos de su patriarca AMLO.
Sheinbaum muestra un perfil psicológico similar al de AMLO, el que se ríe de las masacres: para ellos el fin justifica los medios; todo es posible en la búsqueda de su poder, al costo de la vida de cientos de miles de mexicanos; mientras hipócritamente dicen enarbolar los ideales de la izquierda y del humanismo, que ni entienden ni les interesa.
Frente a la voracidad, crueldad e ineptitud de Sheinbaum y AMLO la única posibilidad que le queda a México es votar por Xóchitl Gálvez:
- Para restablecer y fortalecer a los contrapesos;
- para que el gobierno pueda ofrecer los servicios mínimos de seguridad, salud, oportunidades de trabajo y educación que en este momento no puede por la ineptitud, corrupción y complicidad de AMLO y Sheinbaum,
- para recuperar al territorio nacional en manos del narco;
- para reconstruir al Estado mexicano con completo control democrático, que nunca vuelva a llegar al poder otro psicópata inepto como AMLO y no repetir los errores del pasado.
A Xóchitl le pedimos la empatía, capacidad y sentido de responsabilidad que ya ha demostrado, que esté a la altura de la investidura presidencial, que se rodee de expertos y que rinda cuentas. Sheinbaum ya dejó a la ciudad de México cayéndose a pedazos y nunca rendirá cuentas por su misma personalidad y dependencia de AMLO.